Existen en este mismo instante 3 personas sobre este planeta que no dejaron ni por un solo segundo de creer en mí.
Y es por ellas que estoy dispuesto
Una de esas personas se me apareció
Y en cuestión de escasísimos segundos
Me enseño algo
Que todo el resto de los humanos existentes no pudieron enseñarme
En más de 20 años:
“El intelecto llega hasta un punto.
Pero llega hasta un punto por propia elección. Bajo la condición de no usar el corazón, o de usarlo mal direccionado” ( direccionado hacia el mal )
A partir de ese punto la vista es otra, el paisaje es otro
Nuestros pies son otros, y por supuesto nuestros ojos son otros.
Otra de esas 3 personas me enseño un oficio hermoso. El de arquitecto
Me enseño que yo era capaz de crear una infinita cantidad de paisajes. Algo que sinceramente, no tardo en conmoverme y, sin dudas los primeros instantes después de saberlo fueron y son inolvidables. De verdad parece que hubiera pasado hace un ratito. Me veo ahí, jugando, diseñando y coloreando esos paisajes, pertenecientes a una gama inmensa de variantes y muchos de ellos con el elemental detalle de incluirte.
El día más feliz de mis vidas fue sin dudas cuando descubrí que con eso podía curar.
Ese día abrí los ojos, y fue nuevamente momento de agradecimiento a esta segunda persona. Claro, ¿Ser un oscurantista amateur más? ¿Habiendo cada día mas oscurantistas nuevos con semejante nivel de profesionalismo? Definitivamente no era ese mi camino y ahí mismo comencé a sonreír de la forma mas espectacular que es posible hacerlo, sonreír como una persona que sabe que acaba de empezar a elegir.
Finalmente existió una última persona. Esta “persona”, por llamarla de alguna manera cuenta con un don muy particular...
Me enseño algo
Que literalmente
No se puede reproducir en palabras.
Entendí de una forma inmediata entonces, la importancia de las anteriores enseñanzas. De haber sido re-significado y dotado con nuevos ojos para ver nuevo.
De adoptar con lágrimas en los ojos, el germen de la bendita humildad para poder ser al fin lo más preciado que puede uno ser. Dejar de lado la, tan concurrida "omnipotencia" humana, que jamás fue ni será (Gracias) mas que prepotencia, seguida de fracaso, seguida de ira, y seguida de impotencia, para aceptar con completo placer la hermosa misión de ser sencillamente lo que soy: Una gota más dentro del jardín más pletóricamente inmenso que jamás se haya construido. Únicamente de ese modo puedo ser autentica y absolutamente ilimitado. Libre y capaz para construir mas dones con los cuales sanar y mas puentes mediante los cuales ser sanado. Y estar listo para disfrutar de lo increíble que es atestiguar como ese mecanismo se automatiza.
Esta última persona
Me extendió su mano para darme a conocer lo único absolutamente autentico que vi en mi vida, que causalmente, es lo único absolutamente autentico con lo que cuenta nuestro precioso multiverso: El amor, y el único amor que existe de verdad: El incondicional.
La única expresión de todo el universo capaz de alimentarse de si misma.
Lo que esta persona me enseño, es sencillamente
Que no existe nada de nada de nada
Que no se pueda dar por la otra persona
E inmediatamente entendí
Que no podía devolverle otra cosa
Que no sea exactamente lo mismo
Y que si podía
Lisa y llanamente no quería.
Y déjenme decir que desde acá la arquitectura también es hermosa. Todo pero todo lo que veo al recorrer el lugar con la mirada, brilla y con luz propia.Eso me permite ver también los panoramas del afuera. De acá los veo, a los que matan por saltar ese techo, por romperlo, por lo que sea. Y día a día, vuelven a intentarlo, y a no lograrlo. Hago toda mi fuerza por ellos. Y algunos segundos después, me quedo en blanco, pensando en la ironía reinante en cada ser humano, esa ironía con la que nacemos, con la que crecemos, con la que caminamos día tras día por nuestra calle. Con la que comemos, con la que sentamos un hermoso gatito en nuestro regazo y lo miramos contemplativos sin darnos cuenta de que el si entiende de lo que estoy hablando ahora.
Y es simplemente la ironía en nombre de la cual nos desvivimos por tener siempre bien preparado nuestro intelecto, esa tan fundamental mitad de nuestra bendita gnosis. Por tenerlo ordenado o desordenado pero útil. Le ponemos estantes, lo llenamos de cajas y cajas con contenidos que rebalsan y lo visitamos con frecuencia para seguir ordenándolo. Y mientras tanto...aquella otra mitad...la que excede al universo del intelecto, la dejamos olvidada y le sugerimos sin darle muchas explicaciones que mejor aprenda a cuidarse sola. Y como si eso no fuera suficiente castigo la tapamos poniéndole mas y mas cajas de este lado para así evitar que nos moleste, nos pida alimento, atención o simplemente que dejemos entrar un poco mas de luz del día.
Reposo por un instante y pienso
Que si de verdad te consideras una persona tan viva
Como para subestimar y menospreciar el lenguaje más puro que existe
Si de verdad elegís ese camino
Si de verdad elegís despreciar el lenguaje hablado desde lo más profundo del corazón
Entonces no tengo otra alternativa que comenzar mañana mismo mi oración por vos una hora antes.
Y esto
yo
No lo leí en ningún libro
Lo sentí en lo más profundo de mi pecho.
Sinceramente ya no me preocupas más vos.
Lo que me preocupa son esos dos entecitos
Que te están habitando ahí adentro
De acá los veo, mira
Y me preocupo con especial atención
Cuando observo
Lo único que realmente puede preocuparme
Que es ver como uno de los dos esta ganando la guerra
Y puedo asegurarte
Que no es precisamente el más bueno
¿Que?
No,
No son miles, enserio
Hay solamente dos.
Uno de ellos, como sabrás o imaginaras, va a ingeniárselas para ser casi siempre el más seductor. Vas a encontrarlo siempre mejor plantado y, elegir por el...va a resultar siempre mas fácil. Siempre un esfuerzo mucho menor.
El otro, en cambio...vive haciendo lo que puede con lo que tiene. Pero es el único que te puede salvar. ¿Porque? Porque es el único que te puede ayudar a curar de una vez por todas las ataduras más crueles que se conocen: La envidia, la soberbia, la desesperanza y la impotencia.
Y te digo esto con tanta solvencia, porque me la brinda el saber que de este lado, desde el que ahora mismo te hablo, hay ciertas cosas que no existen. Cosas que conocemos, pero que acá no tienen ningún valor: Los reproches.
En el universo arquitectónico de lo incondicional, los reproches, lisa y llanamente no tienen ningún rol que cumplir, y por ese sencillo motivo, no existen. No los hay, y esta puramente en vos creer en esto o descreer totalmente.
Este es
El único lugar
Donde lo único es
en forma y en sustancia
de Todos.
Donde la exclusividad mas genuina, exaltante, conmovedora
No excluye
Sencillamente
Porque no necesita pertenecer
Para ser
Y en este hermoso lugar, solo me queda vestirme como un soldado más
De la única manera
De la cual se puede vestir un verdadero soldado
De blanco
PERSONA NUMERO 3: Gracias por enseñarme un camino
PERSONA NUMERO 2: Gracias por enseñarme a hacerlo hermoso a sanar(me) mediante el
PERSONA NUMERO 1: Gracias por enseñarme el porque
Existen en este mismo instante 3 personas sobre este planeta que no dejaron ni por un solo segundo de creer en mí.
Y es por ellas que estoy dispuesto en cuerpo y alma
A morirme
Porque es justamente gracias a ellos
Que jamás
Me voy a morir.